domingo, 1 de febrero de 2009

EL CAIMÁN WANASQUELELE Y EL BÚHO VI

EL CAIMÁN WANASQUELELE Y EL BÚHO VI

Entre el planeta Tierra y el planeta Marte, había una ciudad flotante con unos 100 habitantes.
En ese planeta destacaba la paz y la armonía ayudándose los unos a los otros. Después de 10 años, tenían que escoger a un nuevo líder. Los dos candidatos eran : El caimán Wanasquelele que era muy limpio , atractivo, divertido y un poco irresponsable y el señor Búho VI que era muy feo, con manchas negras, gafas, pico torcido y muy serio.

Los dos candidatos hicieron sus propuestas si llegaban a ser líderes. El caimán Wanasquelele sugirió hacer un parque de atracciones y para el Búho VI lo más importante era la seguridad así que prometió ayudar a quien lo necesitara. La mayoría de los habitantes votó al caimán ya que su idea le resultaban más divertida e interesantes. Al día siguiente se contaron los votos saliendo victorioso el caimán.

El búho como era adivino, echo las cartas para ver el futuro que le esperaba a la población estando el caimán de líder. Al ver que la cartas mostraban la muerte de muchas personas, salió volando rápidamente para comunicárselo a los habitantes. Estos no le hicieron caso y lo insultaron, porque creían que el búho estaba celoso del caimán por haberle ganado en las elecciones.

El búho se fue al bosque a vivir, viendo que allí ya no podía permanecer.

El caimán lo primero que hizo es pedir a la población toda la comida que tenían almacenada para pagar al señor Roca-Loco la construcción del parque de atracciones.

Los habitantes se negaron y le propusieron otra idea.

-¿Por qué no te damos tan solo la comida que necesitas para pagar el montaje del parque de
atracciones?.

- ¿No confiáis en mi? Si es eso, no pasa nada, le pregunto al señor Roca-Loco cuantos
kilos quiere y ya está.

Los habitantes bajaron la cabeza avergonzados por haber dudado de él.


El caimán fue a las montañas para preguntarle cuantos kilos de comida costaba la construcción, Roca-Loco le contestó que con mil bastaba. El caimán aceptó el trato y volvió a la ciudad pidiéndole a los habitantes mil quinientos kilos. Los habitantes se quedaron sorprendidos y le dijeron al caimán Wanasquelele que no tenían tanta comida. El caimán al oír eso, les ordenó que se pusieran a trabajar durante todo el día, para poder conseguir la cantidad de comida necesaria para la construcción.

Al cabo de cincos días seguidos, la consiguieron y se la dieron al caimán. Éste le dio los mil kilos al Roca-Loco y el caimán se quedó con los otros quinientos kilos sobrantes.

Roca-Loco se puso a construir el parque de atracciones. Los habitantes pidieron al caimán que hablara con Ballenetero, el rey de la lluvia, para que hiciera llover en la aldea, ya que las cosechas eran escasas debido a la gran sequía que padecían. El caimán fue a hablar rápidamente con Ballenero, para poder quedarse con una parte de la comida. Ballenetero le pidió solamente cinco kilos, pero el caimán le comunicó a sus habitantes que le había pedido quince kilos. Un conejo le dijo :

-¿Como que ha pedido quince kilos, si el siempre pide cinco?.

- El Ballenetero se ha vuelto más carero ya que abusamos mucho de él.

Los habitantes creyeron las palabras de el caimán , bueno, todos menos el conejo, que dudando de las intenciones del caimán, se puso a investigar. Lo primero que hizo fue preguntarle al Ballenetero el precio por hacer llover.

El caimán, que era muy listo, se adelantó a la jugada del conejo y le indicó que dijera que el precio de hacer llover era de quince kilos. Y así fue, el Ballenetero le dio esa respuesta. El conejo que no se daba por vencido, entró en la casa del caimán para ver si tenía escondida la comida. El caimán al verlo entrar, le preguntó qué quería. El conejo se puso nervioso y le contestó lo primero que se le vino a la cabeza:

-¡Hay poca comida, nos estamos muriendo de hambre!

El caimán, que estaba cansado de fingir su educación, le dijo que si tenía hambre no era su problema. Contestándole el conejo:

-Sí, que es tu problema, ya que tu eres el líder de esta ciudad.

- Efectivamente soy el líder, pero no tengo nada para darte, así que ¡lárgate!

El conejo se marchó al bosque a buscar algo de comida. Los otros habitantes, se acercaron también a la casa del caimán y le hicieron la misma pregunta , contestándole el caimán con la misma respuesta.

Al ver que pagaban quince kilos de comida para que lloviera y ganaban tan solo ocho , se fueron todos al bosque en busca de alimentos. Al llegar, vieron una casa en medio del bosque, se acercaron y vieron que en su interior estaba el búho comiendo una sopa de zanahorias. Los habitantes querían pedirle comida, pero no se atrevían ya que le insultaron antes de marcharse de la ciudad.

El búho al ver que los habitantes estaban fuera pasando hambre, les invitó a su casa. Estos entraron encantados y se disculparon. Acto seguido el búho les preparó la comida a cada uno de ellos. Los habitantes miraron a su alrededor y observaron que, tan sólo tendrían comida para mantenerse unos días.

Los habitantes se quedaron a dormir en su casa. El búho se levantó a las seis de la mañana y se puso a trabajar la tierra. Los habitantes se levantaron rápidamente detrás de él y comenzaron a ayudarle. Esto lo hicieron todos los días y durante un mes. Al final, consiguieron recoger mil kilos de alimentos, más otros kilos de zanahoria que tenían que madurar.

El búho, hablaba a escondidas todos los días con Ballenetero para que hiciera llover y siempre le pagaba tan solo cinco kilos. El caimán Wanasquelele, al enterarse que el búho había conseguido con la ayuda de los otros habitantes muchos kilos de comida, mandó a sus amigos los zorros a que se la quitaran.

A la mañana siguiente, el búho y los habitantes vieron que había desaparecido la comida. Estos se acusaron unos a otros hasta que el búho encontró una nota que decía:

-Hola, soy el caimán más guapo del mundo y el único de esta ciudad. Al ver
que teníais mucha comida, pensé en quitárosla para que no os pusierais gordos. Si
alguien tiene algo que decir, que se enfrente conmigo y con mis amigos los zorros juajuajujuajuajua!

Estos estaban muy enfadados y tenían ganas de luchar contra él, pero sabían que le derrotarían sin ningún esfuerzo. El búho propuso que si todos le atacaban unidos, seguramente se acobardarían y les devolverían la comida, ya que ellos son cuatro y nosotros somos cien. -¿Quien esta conmigo?

Yooooooooooo!-dijeron todos


De inmediato todos unidos volvieron a la ciudad para atacar al caimán y a sus secuaces. El caimán, al ver la gran cantidad de habitantes que se acercaban, salió corriendo al ver que no podían hacer nada contra todos ellos juntos. El conejo como era más rápido que el caimán, recuperó la bolsa y se lo entrego al búho. El caimán y los zorros se fueron a otro país. El búho repartió carteles en todos los países para que no saliera nunca el caimán líder de un país. La ciudad estaba otra vez en paz.



Moraleja: Si ayudas a las personas que te piden un favor que tu puedes hacer, cuando tu tengas un problema, te ayudaran a solucionarlo.